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¿Quién es un experto? Expandir la definición de experticia fortalece al periodismo

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A local harvester is standing in a forest, collecting brazil nuts in a sack. A group of researchers is talking in the background.
Los científicos del Center for International Forestry Research están trabajando con los recolectores locales de nueces de Brasil en Perú para estudiar el impacto de la tala selectiva en la producción de nueces en Brasil. En esta foto, Serapio Condori Daza, un recolector de nueces de Brasil, está empacándolas. Los científicos del CIFOR están en segundo plano. Marco Simola/CIFOR (CC BY-NC-ND 2.0)

 

En diciembre de 2020, el último de los cables que suspendían el radiotelescopio de Arecibo, el cual ya estaba previamente afectado, se rompió y provocó el colapso que llevó consigo décadas de datos. La mayoría de los periodistas que cubrieron este catastrófico evento se enfocaron en entrevistar a científicos sobre la pérdida de este icono.

Pero cuando Mónica Feliú Mójer, directora de comunicaciones y jefa de redacción en CienciaPR, una organización sin fines de lucro en Puerto Rico enfocada en la promoción de la ciencia, habló con un estudiante local y vio un documental que él produjo sobre la comunidad que rodea el observatorio de Arecibo, fue entonces que descubrió una nueva perspectiva sobre el impacto del colapso. Estar cerca del observatorio le había dado a la comunidad una fuente de empleo e ingresos por turismo, así como seguridad, dice Feliú Mójer. Por ejemplo, si un desastre natural interrumpe el suministro de agua a la comunidad y, por lo tanto, el del observatorio, las autoridades locales responderían rápidamente. Ahora, Arecibo había perdido parte de esta seguridad, un prospecto especialmente peligroso durante la temporada de huracanes.

No fue hasta que Feliú Mójer tuvo esta conversación que pensó: “Oh, Dios mío, no había pensado en esto. Esta comunidad también depende mucho económicamente del observatorio”, dice. Aprender de la experticia de los miembros de la comunidad local ayudó a Feliú Mójer a comprender mejor lo que sucede cuando la infraestructura científica está incrustada en una comunidad, algo que no habría captado hablando solo con astrónomos.

Es parte del trabajo de un periodista científico entrevistar a expertos para rastrear tendencias científicas, poner los hallazgos en un contexto y esclarecer temas complejos. Pero como parte de esa responsabilidad, los periodistas también deben pensar críticamente sobre lo que significa tener experticia y qué tipo de expertos son los más relevantes para cada historia. Normalmente, los periodistas dan prioridad a las contribuciones de expertos tradicionales, como médicos o científicos. Pero esta práctica puede dejar fuera a otras fuentes calificadas que podrían aportar una perspectiva esencial a la historia.

“Hay tipos de experticia que no vienen con un título académico”, dice Maddie Sofia, quien fue copresentadora del programa Short Wave de la National Public Radio. Buscar expertos, como personas locales que aportan un marco de referencia único a ciertos temas o los estudiantes de posgrado que realizan el trabajo del día a día en la ciencia, puede esclarecer nuevos ángulos en tu historia. Expandir la idea de quién constituye un experto también puede ayudar a los escritores a profundizar su entendimiento y crear historias enriquecedoras que abarquen una variedad de perspectivas, dice Sofia. Y, lo que es más importante, ampliar la definición de experticia para incluir voces con menor representación o que a menudo se pasan por alto, ayuda a los periodistas a diversificar sus historias.

Los periodistas pueden comenzar agregando a su repertorio de expertos no tradicionales buscando miembros locales de la comunidad, incluyendo miembros de grupos indígenas y personas directamente afectadas por problemas ambientales, como incendios forestales o contaminación del agua. También se pueden esforzar por entrevistar a científicos que se encuentren al inicio de sus carreras, así como a profesionales que a menudo se pasan por alto, como enfermeras y trabajadores sociales. Y pueden aprender de la experticia que viene con la experiencia de vida cuando hablan con fuentes con problemas de salud o discapacidades que son relevantes para sus historias.

Busca expertos locales

En las comunidades indígenas, las personas han acumulado conocimiento de manera sistemática a través de generaciones al interactuar con su entorno.

A veces, la experticia puede provenir de personas que no tienen una formación académica tradicional, pero su perspectiva local sobre un área puede ser invaluable para un periodista. Por ejemplo, en las comunidades indígenas, las personas han acumulado conocimiento de manera sistemática a través de generaciones al interactuar con su entorno. De la misma manera que los científicos adquieren datos nuevos con cada estudio, estos expertos observan y rastrean los ecosistemas para adquirir lo que necesiten mientras protegen su medio ambiente.

Feliú Mójer se ha encontrado con estos expertos en las comunidades marginadas de Puerto Rico, donde los ancianos que trabajan la tierra pasan a la próxima generación conocimientos agrícolas que adquirieron sistemáticamente. “No lo llaman ciencia porque no provienen de una formación académica”, asevera. “[Ellos] no tienen ese entrenamiento formal y no [se suscriben] a esa definición occidental, predominantemente blanca, de lo que es un experto”. Pero ellos sí tienen experticia científica, agrega.

Algunos medios de comunicación hacen hincapié en incluir a expertos indígenas y locales en sus historias. Por ejemplo, el consejo editorial de The Conversation, que publica artículos escritos por expertos sobre política, ciencia y salud, amplió su definición de experticia en septiembre del 2020 para incluir no solo a expertos académicos, sino también a los que poseen lo que ellos denominan como “conocimiento indígena”.


En los medios donde no existen estas guías, le corresponde a los reporteros y editores abogar por la inclusión de fuentes indígenas y locales con su propia forma de experticia. Los periodistas que cubren la crisis ambiental, por ejemplo, podrían beneficiarse al entrevistar a expertos de grupos indígenas, que tienen una larga historia de vivencia en un paisaje particular y tienen conocimiento de primera mano de los efectos del cambio climático, dice Rosalyn La Pier, etnobotánica de la Universidad de Montana y miembro de la tribu Blackfeet of Montana y Métis. “La gente recurre cada vez más a los pueblos indígenas en esos lugares como expertos en la tierra”, agrega. Los nativos americanos que viven en California, por ejemplo, pueden ser los expertos a quienes acudir durante la propagación de incendios forestales. Para otras historias ambientales, como aquellas que cubren la reducción en biodiversidad en ciertas regiones, los periodistas pueden aprender de la experticia de los cazadores y pescadores que han vivido y trabajado en esas áreas por más tiempo.

At outlets where such policies aren’t in place, it’s up to reporters and editors to advocate for the inclusion of Indigenous and other local sources with their own form of expertise. Journalists covering climate change, for example, might especially benefit from interviewing experts from Indigenous groups, who have a long history of living on particular landscapes and understand firsthand the effects of climate change, says Rosalyn La Pier, an ethnobotanist at the University of Montana and a member of the Blackfeet Tribe of Montana and Métis. “People are increasingly turning to Indigenous people in those places as experts on the land,” she says. Native Americans living in California, for example, can be prime experts on the spread of wildfires. For other environmental stories, such as those covering waning biodiversity in certain regions, journalists can learn from the expertise of hunters and fishermen who have lived and worked in those areas the longest.

Las fuentes dentro de las comunidades afectadas por los problemas que estás reportando también pueden ser una fuente valiosa de experticia. Por ejemplo, los ciudadanos convertidos en activistas en la ciudad de Flint, Michigan, fueron el factor catalítico que sacó a la luz la crisis del agua en la ciudad. Buscar expertos locales como ellos ayuda a los periodistas a asegurarse de que no pierdan de vista otros ángulos que deberían cubrir. “Es importante para nosotros cuestionarnos con qué lente vemos nuestras historias”, comenta Feliú Mójer. “¿Existe alguna otra alternativa?”

Los periodistas que buscan fuentes con experticia específica en un tema local pueden intentar leer foros de promoción en línea o publicaciones en grupos de Facebook. También pueden intentar buscar a través de bases de datos de fuentes diversas o listas de Twitter utilizando palabras clave relevantes. Y las asociaciones profesionales y comunitarias, como la Native American Journalists Association o la Indigenous Environmental Network, pueden ayudar a periodistas a encontrar las fuentes adecuadas dentro de los grupos indígenas.

Desarrolla con cuidado las preguntas que vayas a incluir en tu primer contacto para posibles fuentes, dice Adriana Gallardo, reportera de involucramiento en ProPublica. “Hago mi tarea para hacer el mejor conjunto posible de preguntas que solo alguien que haya experimentado [un determinado problema] sabría responder”, agrega. A veces, estas preguntas pueden ser delicadas, y requieren que las personas relaten episodios de injusticia o trauma, por lo que se necesita un extremo cuidado con las mismas. Pero hacer las preguntas correctas va a ayudar a identificar las fuentes que están en el epicentro del problema que estás investigando.

Buscar estas fuentes adicionales de experticia es solo parte de la ecuación. Los periodistas deben tener cuidado al acercarse y entrevistar a los miembros de estos grupos para evitar explotarlos o parecer condescendientes. “Necesitas reconocer tus prejuicios y las cosas que no sabes”, dice Feliú Mójer. No asumas que sabes más que tu fuente por tu formación académica, expresó ella. Seguir las guías de medios de comunicación y compilar información de trasfondo sobre los protocolos culturales de la comunidad en la que estás indagando son algunas de las formas para asegurar que tu reportaje sea lo más respetuoso y sensible posible.

Acude a profesionales desapercibidos

Los periodistas tienden a pasar por alto a los profesionales que tienen experticia en temas específicos, pero que desempeñan un papel de reparto en comparación a los expertos tradicionales, como médicos o científicos experimentados.

Por ejemplo, trabajadores de la salud como enfermeras, nutricionistas, paramédicos y farmacéuticos tienden a estar al tanto de lo que está sucediendo en hospitales y clínicas, así como dentro de sus comunidades. Sin embargo, no suelen ser entrevistados para historias de salud, dice Barbara Glickstein, enfermera de salud pública y reportera de salud. En un estudio de 2018, ella junto a sus colegas revisaron 365 artículos de los medios de comunicación y encontraron que en esas historias, solo el 2% de las citas eran de enfermeras (y cuando se citaba a las enfermeras, casi siempre era en relación a la profesión). Además, las enfermeras fueron completamente echadas a un lado en las historias sobre política de salud. “No deberíamos ser invisibles”, agrega Glickstein.

Las enfermeras pueden estar especialmente equipadas para aportar su experticia a las historias que cubren la pandemia de COVID-19, ya que a menudo han visto a la enfermedad con sus complejidades y su frecuente incertidumbre devastadora. “He tenido múltiples conversaciones con reporteros que dijeron que las enfermeras trajeron un marco de referencia a la historia y un camino que [ellos] no habrían tomado si no hubieran hablado con esa enfermera”, sostiene Glickstein.

Al comunicarse con científicos, los periodistas pueden considerar la posibilidad de entrevistar a estudiantes de posgrado y becarios postdoctorales, en lugar de depender solo de la información de los investigadores que dirigen sus laboratorios.

Hay cientos de organizaciones profesionales médicas, como la Association of Public Health Nurses, la Community Paramedicine Association, y la National Community Pharmacists Association, que pueden dirigir a los periodistas a este tipo de expertos. O los periodistas pueden buscar fuentes a través de hashtags relevantes en Twitter, como #Nursing, #TwitteRx, #MedTwitter, #firstresponders, o algo más especializado como #HospiceNursing.

El personal médico no son los únicos profesionales cuya experticia a menudo se ignora en las historias científicas y de salud. Los trabajadores sociales, por ejemplo, pueden opinar sobre cuestiones relacionadas a la salud mental, el estrés y el trauma, temas donde periodistas suelen entrevistar a psiquiatras y psicólogos. (Esta base de datos de expertos organizada por la National Association of Social Workers, categorizada por subcampos dentro del trabajo social, como “Atención médica y bienestar” y “Desarrollo infantil y juvenil”.)

Al comunicarse con científicos, los periodistas pueden considerar la posibilidad de entrevistar a estudiantes de posgrado y becarios postdoctorales, en lugar de depender solo de la información de los investigadores que dirigen sus laboratorios. Muchos investigadores que de otra manera se consideran “principiantes en su carrera” pueden tener años de experiencia practicando ciencia. Cuando yo era una estudiante de posgrado, a menudo me sentía frustrada cuando me quedaba fuera de la cobertura de los medios de comunicación en proyectos donde asumí un papel principal en el desarrollo, la realización y la resolución de problemas durante años. Como señala Sofia: “Muchas de [estas fuentes] están haciendo ciencia físicamente”. Incluir estas perspectivas puede ayudar a los periodistas a ver el proceso de la ciencia tras bastidores. Es más, a medida que la ciencia continúa luchando con un problema de diversidad en niveles de poder, las voces de los científicos jóvenes pueden ayudar a los periodistas a lograr una mayor representación de las comunidades a menudo marginadas en sus historias.

Para encontrar expertos que están al comienzo de sus carreras, los periodistas científicos deben crear el hábito de preguntar al investigador principal quién realizó el trabajo del día a día en el laboratorio del estudio que están cubriendo. (A menudo, esta persona es el primer autor de un artículo científico, mientras que el investigador principal es el último, aunque no siempre es así.)

Las guías de estilo de algunos medios de comunicación pueden dar prioridad a citar a los líderes de laboratorio sobre los estudiantes de posgrado y postdoctorados, algo que un periodista podría considerar intentar rechazar gentilmente. E incluso si requieres dejar las preguntas sobre el panorama general y las que generan citas al jefe, aún puedes entrevistar a fuentes más jóvenes para recopilar detalles importantes y el contexto en torno a la investigación sobre la que estás reportando.

Reconoce la experiencia vivida como experticia

Otra forma de experticia puede provenir de la experiencia individual de una persona. Los periodistas que cubren temas de salud y medicina, por ejemplo, pueden obtener información invaluable sobre temas como el cáncer o las enfermedades autoinmunes crónicas al entrevistar a personas que viven con estas afecciones a diario. De manera similar, al cubrir investigaciones sobre discapacidades o condiciones del desarrollo como el autismo, los periodistas deben asegurarse de comunicarse con los miembros de estas comunidades. “Cuando algo te afecta personalmente, automáticamente te conviertes en un semiexperto en navegar eso, por elección o no”, dice Gallardo.

To gauge whether a source’s lived experience crosses over into expertise, journalists can ask them questions about points of conflict in their story or how the health-care system, or other political systems that have affected them, may need to change.

Con demasiada frecuencia, los periodistas recurren a esas fuentes solo en busca de una entradilla convincente o citas coloridas, señala Gallardo. “Es como: ‘Oh, sí, les pasó esta [circunstancia o trauma]. Podemos conectarlos a la máquina de historias”, dice. Pero la experticia de una persona sobre su propia condición puede hacer más que agregar un elemento humano; puede revelar ángulos o ideas que mueven una historia a una dirección importante que las entrevistas con expertos académicos no podrían revelar.

Gallardo encontró este tipo de experticia cuando trabajaba en un proyecto para ProPublica que cubría las historias de sobrevivientes de agresión sexual en Alaska, donde la agresión sexual ocurre casi cuatro veces el promedio nacional. Ella y su equipo entrevistaron a docenas de sobrevivientes para formar una narrativa combinada acerca de su experiencia con la violencia sexual y por qué la situación no ha mejorado en Alaska. Pero esas fuentes fueron importantes para algo más que citas emocionales e impactantes sobre el trauma que habían experimentado. Gallardo los invitó a compartir su experticia sobre descuidos de políticas, como la falta de acceso a exámenes forenses, que añadió a su trauma.

Para medir si la experiencia vivida de una fuente se convierte en experticia, los periodistas pueden hacerles preguntas sobre los puntos de conflicto en su historia o cómo el sistema de salud u otros sistemas políticos los han afectado y qué necesita cambiar. El hecho de que un periodista incluya a una fuente como personaje secundario o como experto central a la narrativa también puede depender de cuánto la fuente esté dispuesta a compartir sobre su experiencia y cuán involucrada esté en la toma de decisiones sobre su propio cuidado, así como del alcance y lo largo que sea el artículo. Los reportajes de largo aliento naturalmente tienen más espacio para explorar la experticia que proviene de la experiencia vivida que las noticias que se necesitan más rápido y son más cortas.

Por supuesto, la experiencia vivida, al igual que las credenciales académicas, es solo una forma de experticia, y los periodistas deben combinar las perspectivas de las fuentes de los pacientes con comentarios de fuentes adicionales, como médicos, enfermeras, científicos, farmacéuticos, trabajadores sociales u otras personas cuya experticia profesional es relevante para el artículo. Pero la clave para crear una historia completa e informada es equilibrar las diversas formas de experticia. “Tenemos a los expertos acreditados que se han pasado la vida entendiendo una situación en específico, y luego también tenemos a la persona que tropezó con esa situación debido a las circunstancias”, dice Gallardo. “No creo que haya una jerarquía, solo creo que a menudo ignoramos la mitad que es la experiencia humana identificable”.

 

 

Attabey Rodríguez Benítez Flavinista

Attabey Rodríguez Benítez, PhD, es una escritora de ciencia independiente que vive en Ann Arbor, Michigan. En 2020, obtuvo su doctorado en bioquímica en la Universidad de Michigan y obtuvo una pasantía de AAAS Mass Media produciendo y escribiendo historias para Science Friday. Actualmente, trabaja con SciShow, el programa de ciencia de YouTube, editando y escribiendo guiones. Síguela en Twitter e Instagram como @ScienceBey.

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