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El periodismo especulativo combina realidad y ficción para llegar a la verdad

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A child wearing cardboard airplane wings and a cloth helmet and goggles stands in a field with one arm thrust upward, as if preparing for flight.
Evgenyatamanenko/iStock

 

¿Podría ser que empujar la Tierra un poquito más lejos en el espacio resolviera el calentamiento global? El representante republicano de Texas, Louie Gohmert, seguramente pensó que sí cuando planteó la idea durante una audiencia del Congreso estadounidense en el verano de 2021. La sugerencia provocó un torbellino de respuestas enfurecidas, que denunciaban la idea de Gohmert como ridícula. Pero la periodista de ciencia Maddie Bender, escribiendo para Scientific American, encontró una forma de darle un nuevo giro a la saturada cobertura del hecho: tomarse la propuesta de forma literal y examinar la ciencia.

Su investigación reveló que ni siquiera drenar la red eléctrica de todo el mundo produciría suficiente energía para lanzar a la Tierra a una órbita diferente. También examinó si detonar bombas nucleares o reducir la masa de la luna (expulsando material de la superficie lunar, por ejemplo) podría crear impulsos adicionales para sacarla de órbita, pero es poco probable que estas estrategias atraigan a personas racionales en primer lugar. Al considerar seriamente la noción absurda de Gohmert y dejar que la ciencia hablara por sí misma, Bender presentó un argumento convincente que podría ser más difícil de descartar para los partidarios de Gohmert que simples burlas.

Durante un tiempo, su artículo fue uno de los más populares del sitio web de Scientific American. “Creo que pude ponerle un poco más de humor real en él”, dice Bender, quien ahora es reportera de innovación en The Daily Beast.“No hay mejor manera [de conseguir] que la gente no le dé clic a tu artículo que hacerlo parecer que va a ser muy deprimente”.

La inusual técnica narrativa que usó Bender en su artículo se conoce como periodismo especulativo. El periodismo especulativo —una frase que puede sonar como un oxímoron— utiliza la investigación rigurosa para extrapolar hacia lo desconocido o trae elementos de ficción, cuidadosamente seleccionados y claramente delimitados, al periodismo honesto de todos los días. El objetivo es usar lo hipotético para reflejar algo verdadero sobre eventos actuales. En una era en la que las noticias parecen ser un ciclo interminable de oscuridad, puede ser una gran manera de engatusar a los lectores y conseguir que conecten con temas difíciles, o de rejuvenecer una historia que se ha estancado. En casos en donde el periodismo convencional podría ser pesado para los lectores, dice Bender, el acercamiento especulativo podría ser “la única manera de lograr que atraviesen la puerta”.

Para transmitir su punto de vista, los que practican esta estrategia utilizan lo extravagante, ceden a la exageración, se lanzan por la madriguera del conejo como Alicia en el país de las maravillas, y se dirigen aceleradamente hacia futuros inciertos. El periodismo especulativo puede adquirir muchas formas, desde el humor, la sátira y la parodia, hasta la hipérbole, los manifiestos, los artículos explicativos, y los experimentos mentales. Algunos ejemplos de trabajos que unen la ciencia con saltos imaginativos incluyen al libro de Randall Munroe ¿Qué pasaría si…?: Respuestas serias y científicas a todo tipo de preguntas absurdas y su serie Good Question para The New York Times. Ambos usan la ciencia para deliberar sobre los límites de la probabilidad bajo condiciones de fantasía. La editorial McSweeney’s tiene un sitio web de humor, Internet Tendency, que aplica extrapolaciones escandalosas a asuntos de actualidad para lograr un efecto cómico —y de paso comentar algún tema de interés—. La columna Future Tense Fiction de Slate y los artículos de opinión Op-Eds From the Future de The New York Times, presentan historias cortas que exploran cómo la ciencia y la tecnología podrían cambiar las vidas humanas en el futuro, para bien o para mal.
La clave para hacer periodismo especulativo es balancear la ficción y los hechos para presentar un argumento con autoridad y frescura.

“La especulación es una de las formas en las que entendemos lo que realmente está pasando ahora mismo”, dice Kevin Kelly, orador, autor y editor ejecutivo fundador de Wired. Kelly a menudo reflexiona sobre cómo las nuevas tecnologías mejorarán el estado de la humanidad. El periodismo especulativo es “productivo en el sentido de que puedes llegar a una visión a la que la gente responderá”, dice Kelly. Si la visión es positiva, los lectores pueden intentar hacer que se haga realidad; si extrapola eventos actuales a un desenlace oscuro, pueden trabajar para ayudar al mundo a evitarlo.

 

Un caso de estudio: el cambio climático

El periodismo especulativo puede tener un poder de persuasión particular cuando se aplica a temas en los que se han agotado las narrativas tradicionales, o cuando los reportajes convencionales han fallado reiteradamente en propiciar la acción pública para resolver un problema importante. Un gran ejemplo de esto es el cambio climático, donde la constante de malas noticias y la necesidad de pensar a largo plazo pueden hacer que las personas se sientan desconectadas de las consecuencias o sin esperanza. “Si necesitas dar un salto a un lugar nuevo en tu historia, probablemente ahí es donde puede entrar el enfoque especulativo”, dice Tristan Ahtone, editor general de Grist. “Tiene que hacerse en torno a ideales y grandes ideas que no necesariamente se pueden abordar a través de tu proceso normal de reporteo”.

Incorporar la especulación y la ficción a la escritura periodística requiere un salto de imaginación. Para encontrar inspiración, los escritores necesitan ejercitar sus músculos creativos.

En 2019, High Country News, donde Ahtone era editor en ese entonces, publicó un número completo compuesto de periodismo especulativo, con una colección de historias cortas que imaginaban cómo sería el oeste estadounidense dentro de 50 años. Aunque las historias eran ficticias, las especulaciones estaban basadas en información fáctica y análisis reales del Fourth National Climate Assessment, un informe técnico del gobierno de Estados Unidos que compiló la ciencia detrás, y los impactos a largo plazo, del cambio climático. Aunque el informe pintaba un panorama terrible con hechos, el documento en sí era “simplemente muy, muy seco”, dice Ahtone. Así que la redacción se dispuso a mostrarle a los lectores las proyecciones del informe con suficiente peso emocional para que se tomaran en serio la gravedad del cambio climático y pensaran en cómo contribuir a reducir el problema.

El propio Ahtone escribió un artículo llamado “Climate Criminals”, en el que personas de pueblos indígenas lideran un amplio esfuerzo para enjuiciar a los negacionistas del cambio climático por propagar puntos de vista que ayudaron a desencadenar el desastre. Pero estas medidas punitivas llegaron demasiado tarde para frenar la crisis climática. Ahtone espera que cuando los lectores de hoy comprendan este desenlace indeseable, se verán obligados a pensar en cómo aplicar la ingeniería inversa a la situación y evitar ese futuro mientras aún hay tiempo.

 

Cómo encontrar ideas

Incorporar la especulación y la ficción a la escritura periodística requiere un salto de imaginación. Para encontrar inspiración, los escritores necesitan ejercitar sus músculos creativos. Una forma de hacerlo es teniendo un inventario de las noticias en tendencia y después agregarle capas de elementos ficticios, como escenarios futuristas, parodia, o sátiras, que usen la exageración para resaltar el mensaje.

La escritora de humor Sara K. Runnels se inclinó hacia la sátira en su artículo, que fue bien recibido, de McSweeney’s Internet TendencyFAQ on COVID’s Delta variant”, publicado en 2021. El trabajo compara a las personas que descartaban la existencia de la variante Delta de COVID-19 con estudiantes universitarios ansiosos por ser iniciados en una casa inventada, “Delta Delta Variant”, en el sistema universitario de fraternidades y hermandades. Su sátira entrelaza hechos sobre el virus, aunque volcados de cabeza, con observaciones sobre los bandos que estaban en guerra por el uso de máscaras y vacunas.

“No es chistoso que las personas no estuvieran vacunadas. Hay un punto en el que la situación es tan terrible y absurda; pero lo absurdo de que estas personas no se quieran vacunar es lo que nos permite tener espacio para el humor”, dice Runnels. “Escribir humor, en general, viene de un lugar de tragedia. Y, por supuesto, hay una línea delgada entre la comedia y la tragedia”. Como Bender, Runnels señala que los lectores están más inclinados a escuchar el humor que ataques o señalamientos de culpa, lo cual hace de la sátira una herramienta valiosa.

Por más emocionante que sea para un periodista disfrutar de escenarios de fantasía, es importante persuadir a las audiencias de que hay buenas razones para hacerle caso a situaciones hipotéticas o ficticias.

Dejar que tu curiosidad te guíe a escenarios escandalosos es otra manera de encontrar oportunidades para ejercer las herramientas de la especulación, dice Purbita Saha, editora adjunta de Popular Science. Su columna Ask Us Anything a menudo se aventura al reino de la especulación, como si un volcán podría funcionar razonablemente como un incinerador de basura o qué le pasaría a todos y a todo si la rotación de la Tierra se acelerara.

Estas reflexiones hipotéticas son “preguntas desde la punta del cerebro”, dice Saha. Cada pieza de la columna proviene del personal de Popular Science solo dándole rienda suelta a cualquier cosa que despierte su interés, pensando en que esas mismas preguntas intrigarán a los lectores también. “Somos periodistas, pero también somos personas de este mundo”, dice Saha.

Un periodista que empieza su incursión en la especulación y la ficción puede sentirse cohibido sobre las cosas que imagina. Ahtone dice que ocasionalmente se ha preguntado si su historia de High Country News sobre el enjuiciamiento de los desinformadores del cambio climático era un poco “cursi”, porque incorporaba elementos de fantasía que el periodismo tradicional evita. Pero como señala Bender, para crear una pieza exitosa de periodismo especulativo, un escritor debe dar un paso decisivo y abrazar sus creaciones.

En última instancia, eso es lo que hace que los artículos especulativos sean convincentes, dice Bender. “En cierto punto, cuando estás tan clavado especulando, empiezas a creértelo y a olvidar que todo es una gran farsa”. Lanzarse directamente a escribir su artículo sobre el desvío hipotético de la órbita de la Tierra le permitió a Bender darle al tono irónico correcto, dice, e hizo “que escribirlo fuera mucho más fácil”.

 

Cómo desarrollar autoridad

Por más emocionante que sea para un periodista disfrutar de escenarios de fantasía, es importante persuadir a las audiencias de que hay buenas razones para hacerle caso a situaciones hipotéticas o ficticias. “Cuanto más alocada sea tu pregunta, más información previa querrás darles a tus lectores sobre por qué esta pregunta importa”, dice Saha.

Las piezas especulativas derivan su autoridad de la precisión de sus detalles científicos, a pesar de sus elementos ficticios. Las horas, los lugares o los personajes exactos de una historia pueden no ser reales, como ocurre con la ficción de High Country News de Ahtone. O bien, un artículo podría empezar con una premisa completamente absurda, como con el experimento mental de cambio en la rotación de la Tierra de Bender y con casi todos los artículos de la columna Ask Us Anything de Popular Science. Estas historias siguen teniendo como base ciencia a prueba de balas. Como dice Kelly, el periodismo especulativo puede estar “al borde de la plausibilidad, pero tiene que estar dentro de la posibilidad”.

En su libro The Red Planet: A Natural History of Mars [El planeta rojo: Una historia natural de Marte], que algunos críticos describieron como una “guía de viajero”, el autor Simon Morden presenta detalles sensoriales dramáticos del paisaje marciano visto de cerca. Como nunca ha ido a Marte, Morden siguió lo que sugiere la ciencia para recrear las experiencias cotidianas de astronautas amateur enviados al planeta, si algún día pusieran pie en él. Describe los “susurros” de las tormentas de polvo marcianas y después les da a los lectores consejos sobre la mejor manera para cojear en baja gravedad mientras usan un traje espacial que se siente como un “edredón hermético”.

Mientras escribía, intentó permanecer lo más cerca posible de la verdad, dice Morden. Basó sus especulaciones en investigaciones existentes, como fotografías de misiones previas. Señala que la tormenta en la película Misión Rescate que lanza un proyectil y derriba al astronauta protagonista —un elemento de la trama que fue necesario para que quedara varado en el planeta rojo— nunca podría suceder en la vida real porque la atmósfera de Marte es demasiado delgada para que se den tales tormentas. Por el contrario, el libro de Morden se apega a lo que la ciencia dicta que es posible. “Si no puedo hacer que suceda de la manera en que me gustaría, solo tengo que cerrar esa puerta”, dice.

Tan importante como es la precisión en cualquier trabajo de periodismo especulativo, la verificación de datos, o fact-checking, de este tipo de trabajos es un poco distinta a la del periodismo tradicional: es “casi como hacer fact-checking en un universo paralelo”, dice Bender. Dado a que el periodismo especulativo puede basarse en gran parte en escenarios hipotéticos, el fact-checking tiene que evadir algunas de las afirmaciones que forman la premisa del argumento principal. Como mínimo, un escritor debería verificar la ciencia que justifica el argumento. Para su artículo de Scientific American sobre el cambio de órbita de la Tierra para combatir el cambio climático, Bender verificó cuidadosamente cada pedazo de ciencia que usó para respaldar cada sugerencia descabellada, excepto por la condicional imaginaria de que mover un planeta es posible en primer lugar. Para todos los números de su artículo, se basó en revistas académicas o se aseguró de entender las ecuaciones que sus fuentes habían usado para obtener las cifras. A veces incluso repetía los cálculos ella misma para confirmar que “no estábamos solo obteniendo [los números] de la nada”.

El uso de herramientas de escritura de ficción puede dificultar que los escritores rindan cuentas bajo los estándares habituales del periodismo. Al final, todo se reduce a si un escritor puede apoyar con hechos lo que escribe y si está feliz de que la pieza salga bajo su nombre

Los escritores también pueden reclutar expertos o buscar artículos científicos como el punto de partida para generar ideas para sus artículos. Las revistas revisadas por pares están llenas de pepitas de oro para obtener inspiración, como la ciencia real que es aplicada para responder preguntas extravagantes. En una ocasión, Saha escribió un artículo sobre el límite superior de la cantidad de hot dogs que los humanos pueden devorar, después de haber encontrado un estudio fisiológico al respecto.

De manera similar, puedes encontrar expertos que estén dispuestos a seguirle el juego a tus experimentos mentales cuando escribes artículos especulativos.

Cuando solicites entrevistas a científicos para historias especulativas, Saha sugiere avisarles cuál es la naturaleza del artículo, para asegurarte de que saben lo que les espera. También, debes darles tiempo para prepararse para batallar con escenarios novedosos o poco convencionales, o hacer cálculos inusuales.

Para que algunos lectores no tomen la escritura especulativa al pie de la letra, los periodistas deben proporcionarles pistas amplias, o incluso un disclaimer o aviso explícito de que el trabajo no debe tomarse literalmente, especialmente cuando aparece en un medio que típicamente no publica ficción o sátira.

“Etiquetar con claridad es algo muy importante”, dice Ahtone. Cuando él y sus colegas de High Country Newsestaban armando su edición especial de periodismo especulativo, sabían que al envolver fabricaciones futuristas en el tono autoritario habitual de la revista podrían dejar desconcertados a algunos de sus lectores. Por esa razón, escribieron un prólogo que explicaba que todas las historias eran ficción y que el objetivo de este enfoque era atraer la atención a la emergencia climática. El equipo de High Country News también advirtió sobre la naturaleza ficticia de las historias en sus publicaciones en redes sociales, para garantizar que los lectores comprendieran, incluso antes de hacer clic en una historia, que se trataba de un trabajo de periodismo especulativo.

Los críticos de periodismo especulativo han mencionado que tales enfoques pueden ser hiperbólicos y que los pronósticos de especuladores sobre entusiastas podrían estar demasiado equivocados. También han señalado el riesgo de difundir inadvertidamente alarmismo o desinformación. Un artículo podría resultar contraproducente si los lectores interpretan literalmente los componentes ficticios o son incapaces de distinguir los elementos ficticios de los fácticos. De acuerdo a un artículo de Nieman Reports, por ejemplo, algunos oyentes que sintonizaron los episodios piloto de Flash Forward, un podcast de ciencia que especula sobre el futuro, pensaron que los invitados expertos del programa eran en realidad artistas contratados. A partir de entonces, en programas posteriores la creadora y presentadora del programa, Rose Eveleth, se aseguró de especificar qué partes del episodio eran ficción y cuáles no, dijo a Nieman Reports.

Hay una línea delgada entre la ciencia ficción y el periodismo de ciencia especulativo que a veces es difícil de delimitar, dice Morden. El uso de herramientas de escritura de ficción puede dificultar que los escritores rindan cuentas bajo los estándares habituales del periodismo. Al final, todo se reduce a si un escritor puede apoyar con hechos lo que escribe y si está feliz de que la pieza salga bajo su nombre. “Todo se reduce a que sepas que tu integridad personal está intacta”, dice.

Aunque Ahtone dice que High Country News recibió algunas críticas por su edición de periodismo especulativo, con algunas personas argumentando que eso “no era periodismo”, no se arrepiente de los experimentos mentales que incrustó en su historia. Señala que la técnica no convencional de mezclar la verdad con la ficción no es más que otra forma creativa de hacer periodismo. “Alrededor del mundo, las personas tienen distintas formas de contar historias”, dice. “Que histórica y tradicionalmente haya más o menos una sola forma de hacer periodismo habla mucho de todas las cosas de las que nos estamos perdiendo”. Y agrega: “hay tantas cosas más que podríamos estar haciendo como reporteros y periodistas en formas creativas”.

 

Shi En Kim Michael L. Wong

Shi En Kim es reportera de ciencias de la vida en Chemical & Engineering News y becaria de TON, patrocinada por el Burroughs Wellcome Fund. Su trabajo ha aparecido en Popular Science, National Geographic, Scientific American, Hakai Magazine, Science News y Smithsonian Magazine, donde fue una Mass Media Fellow de la AAAS en 2021. Recientemente obtuvo su doctorado en ingeniería molecular por la Universidad de Chicago. Síguela en Twitter: @goes_by_kim.

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