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Cómo reportear las conductas sexuales inapropiadas en la ciencia

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Gorodenkoff/iStock

 

En 2015, Azeen Ghorayshi, entonces reportera de BuzzFeed News, recibió la pista de que un grupo de estudiantes e investigadoras no estaban satisfechas con cómo la Universidad de California, Berkeley, había gestionado las acusaciones de acoso sexual contra el astrónomo Geoffrey Marcy. Según las denunciantes y documentos de una investigación interna de la UC Berkeley, el prestigioso científico había tocado de manera inapropiada a mujeres sin su consentimiento. Aunque la universidad declaró culpable al científico, este solo fue amonestado y mantuvo su puesto.

En octubre de ese año, Ghorayshi publicó un artículo en el que detallaba los presuntos abusos cometidos por Marcy durante años, y la deficiente respuesta de la universidad. El artículo conmocionó a la comunidad científica, y a partir de entonces empezaron a llover historias similares. “Una vez que reporteamos esta historia, fue como si se abrieran las compuertas”, afirma Ghorayshi. Ella y sus colegas se habían topado con un problema enorme y poco reporteado en el mundo académico.

Los reporteros de ciencia de BuzzFeed News publicaron varios reportajes de investigación sobre acusaciones de conducta sexual inapropiada relacionadas con científicos, como el astrofísico y presentador de televisión Neil deGrasse Tyson y el microbiólogo Michael Katze (BuzzFeed News cerró en 2023).

Siendo un área de cobertura en sí mismo, este tema requiere tenacidad a la hora de reportear. Las investigaciones pueden prolongarse durante meses o incluso años. Y los reporteros deben ser rigurosos a la hora de localizar fuentes y documentos clave, así como corroborar cada detalle. La información se complica aún más por la naturaleza sensible de las historias de las sobrevivientes y las responsabilidades legales inherentes a la publicación de acusaciones.

A pesar de este exigente proceso, los periodistas que trabajan en estas historias dicen que el esfuerzo vale la pena, especialmente cuando se producen renuncias de alto nivel. Y aún más cuando su trabajo saca a la luz fallos sistémicos y deficiencias institucionales que permiten que los abusos continúen. El riguroso trabajo de los reporteros puede provocar cambios importantes en las instituciones, afirma Elizabeth Culotta, que a menudo edita la cobertura sobre conducta sexual inapropiada para Science. “Sigue intentando derribar esta pared de ladrillos”, afirma. “Nunca sabes cuál puede ser el golpe que haga que todo el muro se derrumbe”.

 

Encontrando la Historia Correcta

Los periodistas conocidos por su cobertura de acoso sexual no suelen tener que buscar mucho para encontrar historias; las pistas vienen a ellos. Pero para los menos familiarizados con el área de cobertura, encontrar la historia adecuada requiere un trabajo más intencionado.

Ghorayshi, ahora reportera de The New York Times, recomienda buscar pistas en las redes sociales, donde las denuncias públicas se dispararon desde que el movimiento #MeToo inició en 2017. Hazle saber a tus lectores y seguidores que te dedicas a esta área de cobertura. “Dale señales a los lectores y a los posibles denunciantes que digan ‘Hey, estoy interesada en esta área y estoy haciendo este reporteo’”, dice.

Los grupos de promoción, como los que apoyan a las mujeres en la ciencia, también pueden proporcionar pistas o información relevante. “Las activistas son las más activas en este tema, obviamente, y suelen ser de gran ayuda para los periodistas como punto de partida”, dice Ghorayshi. Para el reportaje sobre Marcy, por ejemplo, Ghorayshi habló con investigadoras del Comité del Estado de las Mujeres en Astronomía, una rama de la American Astronomical Society. Intenta ofrecerte a hablar con miembros del grupo off the record para confirmar pistas y preguntar si hay rumores que deban investigarse.

El arduo proceso de reportear sobre material sensible y el riesgo de represalias pueden tener un costo emocional y ser agotador.

Cuando detectes una historia potencial, evalúa su viabilidad. Haz una investigación preliminar para determinar el alcance de las acusaciones: ¿Parece un caso aislado o una larga historia de abusos? ¿Ha habido alguna falla en la prevención o tratamiento del problema o, lo que es peor, algún intento de encubrirlo? ¿Hay algún patrón sistémico en juego?

Las historias más impactantes son las que no se centran únicamente en casos particulares, sino que ayudan a avanzar la conversación sobre cómo un comportamiento nocivo puede persistir dentro de un sistema, afirma la periodista freelanceLindzi Wessel. Cuando ella y el periodista de ciencia Rodrigo Pérez Ortega investigaron las acusaciones de acoso sexual contra el biólogo colombiano Adolfo Amézquita Torres en 2020, descubrieron que su institución, la Universidad de los Andes (Uniandes), y muchas otras universidades latinoamericanas carecían de políticas formales para denunciar el acoso y castigar a los abusadores.

Las historias con impacto suelen ser también aquellas en las que están implicados los “peces gordos”, afirma Culotta. “Una persona con un cargo alto tiene influencia y poder, y puede crear una cultura que perpetúe una estructura de abuso”. Una historia que investigue a alguien distinguido dentro de su campo, o muy conocido por otros motivos, puede resultar especialmente atractiva para los editores, afirma.

Antes de pitcher una historia, asegúrate de que existe evidencia que respalde las acusaciones. Puede tratarse de testimonios, reportes de alguna investigación o denuncias formales. Aunque no tengas estos documentos a la mano, debes tener una idea de cuáles son y quién puede tenerlos antes de dirigirte a un editor. Pregunta a las fuentes que dicen haber sufrido acoso o abusos si tomaron medidas y si pueden existir denuncias o demandas legales registradas, por ejemplo. “Aquí no hay reglas formales, sino guías que yo y otros editores utilizamos para tomar decisiones sobre cómo seguir adelante con una investigación”, dice Culotta.

Otra consideración para los reporteros y sus editores a tomar en cuenta antes de encargarse de una historia es la naturaleza intensa de estas investigaciones, aconseja Richard Monastersky, editor principal de reportajes Nature, que supervisa parte de la cobertura de las denuncias de acoso o abuso sexual. El arduo proceso de reportear sobre material sensible y el riesgo de represalias pueden tener un costo emocional y ser agotador. Es responsabilidad del editor preparar a los periodistas adecuadamente y recordarles que contarán con apoyo, afirma. “Intento tener esas conversaciones con alguien muy tempranamente para hacerlos conscientes de en qué se pueden estar metiendo”.

 

Voces Clave

Los reporteros que intentan desentrañar casos de conducta sexual inapropiada necesitan entrevistar a una gran cantidad de fuentes para poder contar la historia correctamente. Los primeros de la lista son quienes sufrieron la supuesta mala conducta: las “sobrevivientes”. (Este término suele ser preferible a otros como “víctima” u “blanco” porque confiere a una persona mayor agencia). Compartir los detalles de una experiencia traumática puede ser muy difícil para las fuentes, por lo que los periodistas deben abordar estas entrevistas con especial cuidado y sensibilidad.

Empieza poco a poco con conversaciones off the record, utilizando la vía con la que tu fuente se sienta más cómoda, ya sea una llamada telefónica o mensajes encriptados utilizando servicios como Signal. Háblales durante el proceso de elaboración del reportaje y ayúdales a reflexionar sobre las posibles repercusiones que podrían presentarse cuando sus historias personales aparezcan en línea en un futuro próximo. Esto da tiempo a las fuentes para considerar si quieren continuar con más entrevistas, de manera on u off the record, y genera confianza—un proceso que puede llevar meses—.

A medida que vayas ampliando tu red, ponte en contacto con antiguos alumnos y colegas de la persona acusada. Estas fuentes pueden ayudarte a entender cómo era trabajar con esa persona.

En algún momento tendrás que encontrar al menos algunas fuentes que estén dispuestas a declarar on the record. Dado que las sobrevivientes que apenas comienzan sus carreras o que aún trabajan con el acusado pueden mostrarse reacias a utilizar sus nombres por posibles represalias, intenta ponerte en contacto también con fuentes más alejadas, dice Meredith Wadman, reportera de Science. “El truco es encontrar personas dispuestas o capaces de hablar en virtud de su antigüedad o que ya dejaron una institución”, dice. Para su investigación de 2018 que sacó a la luz el comportamiento inapropiado del biólogo de cáncer Inder Verma en el Instituto Salk, Wadman pasó meses localizando a sobrevivientes que ya no estaban en el instituto o estaban protegidos por su permanencia. Una vez que esas sobrevivientes dieron la cara, dice, las siguieron las investigadoras más jóvenes.

También ayuda entrevistar a personas que pudieran haber atestiguado cómo el acusado acosaba o abusaba de otros. Estas fuentes pueden ponerte en contacto con otras supervivientes y tienen un valioso punto de vista interno sobre lo que ocurre en un laboratorio. Habla con el conserje, la persona que limpia la cristalería y el auxiliar administrativo que escucha por casualidad y sabe todo tipo de cosas, dice Wadman. “Busca personas que tengan ojos y oídos alrededor de los acontecimientos”. Al mismo tiempo, ten en cuenta los riesgos que estas fuentes pueden estar asumiendo al hablar de su empleador.

A medida que vayas ampliando tu red, ponte en contacto con antiguos alumnos y colegas de la persona acusada. Estas fuentes pueden ayudarte a entender cómo era trabajar con esa persona y pueden corroborar o contradecir los testimonios de otros. Por ejemplo, durante su reportaje de 2020 sobre las acusaciones de acoso contra el neurocientífico mexicano Ranulfo Romo Trujillo, Pérez Ortega y la  periodista de ciencia Inés Gutiérrez Jaber entrevistaron a más de 20 fuentes del instituto de Romo Trujillo para hacerse una idea de su problemático comportamiento. (Nota: Pérez Ortega y Gutiérrez Jaber son miembros del equipo editorial de The Open Notebook).

Por último, tendrás que dar a la persona acusada la oportunidad de responder a las acusaciones que se le hacen. Pero espera hasta que hayas hecho la mayor parte de tu reporteo, así podrás hacer preguntas informadas y evitar darles tiempo de influir en otras fuentes. Aunque refuten las acusaciones, sus respuestas pueden ser reveladoras. Por ejemplo, cuando Wessel habló con Amézquita Torres, él negó rotundamente haber acosado o maltratado a alguien. Sin embargo, reconoció que había salido con estudiantes porque el código ético de Uniandes no lo prohibía.

Empieza por enviar a la fuente acusada un correo electrónico informándole que está siendo objeto de una investigación periodística que se publicará, y que quieres conocer su versión de los hechos, recomienda Ghorayshi. Además de solicitar una entrevista, describe lo que vas a reportear, asegurándote de mantener el anonimato de las fuentes que lo hayan solicitado, dice Gutiérrez Jaber. Si no recibes respuesta, envía un segundo correo, intenta contactarlo a través de una dirección alternativa y llámalos por teléfono. “Tienes que poder decir con certeza que les diste todas las oportunidades posibles para responder”, dice Ghorayshi.

 

La ruta de los documentos

Para las investigaciones que involucran conductas sexuales inapropiadas, los documentos relacionados con las acusaciones son una fuente crucial de pruebas. Las demandas, por ejemplo, dejan un rastro documental que puede seguirse con un poco de trabajo de campo. A veces, los abogados del caso proveen los expedientes judiciales a los periodistas que los solicitan. Y si hay un caso federal en curso en Estados Unidos, puedes buscar documentos judiciales como demandas y transcripciones de juicios en el portal de Acceso Público a los Registros Electrónicos Judiciales (PACER).

También podrías descubrir documentos útiles de las propias instituciones a través de solicitudes de acceso a la información pública. Pero es importante empezar preguntando a las fuentes si existen documentos relevantes, como denuncias o reportes, y si están de acuerdo con que los solicites. Las solicitudes de acceso a la información pública pueden hacerse públicas y exponer inadvertidamente a una fuente que quiere permanecer off the record, dice el periodista de investigación Peter Aldhous.

Todos estos documentos pueden amontonarse rápidamente. Para mantener todo en orden y empezar a conectar puntos en una historia complicada, es útil tener un sistema de organización establecido.

Si la institución en cuestión recibe financimiento federal en Estados Unidos, es posible que puedas obtener documentos de su oficina de Title IX, creada por la ley que prohíbe la discriminación por razón de sexo en los programas educativos. Las solicitudes de la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act, FOIA) o aquellas previstas en la legislación de registros públicos pueden servir para obtener copias de estos documentos. Pero ten en cuenta que las instituciones privadas no están sujetas a la FOIA, y que las instituciones públicas pueden negar algunas solicitudes debido a sus obligaciones de confidencialidad.

Además de las denuncias formales, pide a las instituciones acceso a todos los documentos relacionados con la investigación. Para su reportaje de 2016 sobre las acusaciones de acoso sexual contra el microbiólogo Michael Katze, Ghorayshi obtuvo un archivo de mensajes de texto, entre otros documentos, del registro público de la universidad sobre el caso. Utilizó capturas de pantalla de los mensajes en su historia para mostrar a los lectores exactamente cómo Katze acosaba a las mujeres—con sus propias palabras—.

Todos estos documentos —además de los montones de anotaciones y las horas de grabaciones de las entrevistas— pueden amontonarse rápidamente. Para mantener todo en orden y empezar a conectar puntos en una historia complicada, es útil tener un sistema de organización establecido. Crea una línea de tiempo en la que se detallen los acontecimientos clave, que luego podrás anotar con referencias a documentos relacionados o marcas de tiempo en las grabaciones de las entrevistas. También ayuda tener una lista maestra de fuentes, sus posiciones y detalles o citas importantes de sus entrevistas. Para la investigación sobre las acusaciones de acoso contra Romo Trujillo, Gutiérrez Jaber y Pérez Ortega construyeron un gráfico en el que describían cada fuente y cómo estaban conectadas con las demás.

Para la periodista Nishita Jha, el proceso se siente como armar un rompecabezas. A lo largo de una investigación de un año sobre el supuesto acoso a 16 mujeres en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Panamá, publicada por BuzzFeed News en 2021, ella entrevistó a 25 científicas y obtuvo documentos que iban desde correos electrónicos internos a denuncias oficiales. Para organizarse, mantuvo dos líneas de tiempo paralelas. Una marcaba cómo se desarrollaba su propio reportaje—cuando ella descubría distintos documentos y realizaba cada entrevista—. La otra era una cronología de los propios incidentes. “Mantener notas detalladas (y seguras), líneas de tiempo y triangular cada pieza de información es importante no sólo para el reporteo”, escribió en un correo electrónico, “sino para las revisiones legales previas a la publicación, para asegurarse de que todas las fuentes están protegidas y no expuestas represalias”.

 

Cómo prepararte para las reacciones

Sin importar que tan riguroso sea el reporteo, las historias que sacan a la luz el lado oscuro de la carrera y el carácter de una persona conllevan el riesgo de represalias. Los periodistas y editores deben trabajar de cerca con el equipo legal de su medio para revisar a fondo una historia antes de su publicación, buscando agujeros o declaraciones que puedan dar lugar a demandas creíbles. Los freelancers, en particular, deben revisar cuidadosamente el lenguaje en sus contratos para asegurarse de que no tienen que defenderse a sí mismos o correr con los gastos legales de una demanda al medio (un término del contrato a menudo llamado cláusula de indemnización).

A veces, las cartas “sin sorpresas” convencen a una fuente acusada que antes no respondía para que finalmente acceda a una entrevista.

Otra medida para asegurarse de que una historia es a prueba de balas es enviar a la persona acusada una “carta sin sorpresas” justo antes de su publicación, en la que el reportero enlista detalladamente lo que el artículo dirá sobre ellos y les da una última oportunidad de responder. Estas cartas demuestran que el acusado ha sido notificado y ha tenido la oportunidad de rebatir cualquier afirmación que se haya hecho contra él —una defensa útil en caso de demanda por difamación—. Ghorayshi recomienda fijar un plazo para la respuesta, dando a la fuente al menos 48 horas para responder, si es posible.

A veces, las cartas “sin sorpresas” convencen a una fuente acusada que antes no respondía para que finalmente acceda a una entrevista. En otros casos, la respuesta es menos constructiva. Cuando Aldhous envió a Lawrence Krauss la carta antes de que él y sus colegas publicaran la investigación de 2018 de BuzzFeed News sobre el supuesto acoso del prominente físico a varias mujeres, el abogado de Krauss devolvió el correo electrónico en representación de su cliente. El abogado alegó difamación y advirtió a BuzzFeed que si procedían con la publicación, “la respuesta legal apropiada será rápida.”

Después de que el equipo de abogados de BuzzFeed determinó que los reporteros habían respaldado suficientemente sus afirmaciones, el medio publicó la historia. Nunca se interpuso una demanda (aunque Krauss publicó en línea un PDF en el que enumeraba las formas en que reclamaba haber sido difamado). Su institución, la Universidad Estatal de Arizona, le dio licencia durante la investigación y, siete meses después, Krauss anunció que se retiraría de la universidad.

Este es el tipo de resultado que hace que valga la pena reportear sobre conductas sexuales inapropiadas, a pesar del arduo y largo proceso de reporteo, y de la responsabilidad legal. Estas investigaciones propician que personas e instituciones rindan cuentas, y tienen el poder de provocar cambios positivos, lo que las convierte en algunas de las historias más importantes que pueden cubrir los periodistas científicos. “Ignorar las flaquezas humanas de los científicos y presentar una visión limpia y pura del quehacer científico permite, en última instancia, que prosperen conductas indebidas de diversa índole”.

 

Humberto Basilio Cortesía de Humberto Basilio

Humberto Basilio es un periodista de ciencia mexicano. Ha escrito para Eos, SciDev.Net, la revista World Wildlife y otras publicaciones. Es miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia y de la Red de Periodismo Climático de Oxford. Síguelo en Twitter como @HumbertoBasilio.

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