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Mesa redonda: guía para escritores sobre cómo ser editados

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Pages of text edited with a red pen sit on a desk.
Lamaip/iStock

 

Ha llegado el día—una edición de una gran historia llega a tu bandeja de entrada. Pero cuando abres el archivo, se te encoge el corazón mientras ves un mar de tinta roja. “Ya está”, piensas. “Mi editor me odia. La historia se va a caer. Y nunca volveré a trabajar”. O, en lugar de revolcarte en la desesperación, te entra una furia defensiva: “¿Cómo se atreve a cortar el punto más importante?” Y disparas una respuesta furiosa. Antes de que te des cuenta, lo que podría haber sido una simple revisión se ha convertido en una crisis existencial o en una pelea larga y agotadora.

Por supuesto, tanto escritores como editores preferirían evitar ambas situaciones. Por eso, les pregunté a un grupo de periodistas experimentados cómo pueden abordar los escritores el proceso de edición para que sea lo más fluido posible, mientras mantienen intacta su voz de escritores y su confianza en sí mismos. Lo siguiente es una conversación franca, que hicimos en un documento compartido de Google, sobre lo que se debe hacer y lo que no.

La conversación aborda cuándo es mejor levantar el teléfono, cómo manejar las ediciones conflictivas y qué hacer si no estás de acuerdo con los cambios de un editor. También sirve para recordar que las tensiones, dentro de lo razonable, son solo parte del proceso. Pero la relación entre el editor y el escritor no tiene por qué ser tensa. “Estamos todos en el mismo equipo con el mismo objetivo”, afirma Brooke Borel, editora de Undark. “Conseguir una historia clara, precisa y atractiva para los lectores”.

Esta conversación ha sido editada por motivos de extensión y claridad. Los editores y reporteros que participan en la conversación son:

Brooke Borel, editora de artículos en Undark

Alan Burdick, un editor de la sección de salud y ciencia de The New York Times

Zoraida Portillo, editora adjunta de SciDev.Net, América Latina y el Caribe

Brendan Maher, editor de reportajes de Nature

Meghie Rodrigues, periodista científica freelance para medios como Nature, Eos y The New York Times Magazine

Hillary Rosner, subdirectora del Center for Environmental Journalism de la Universidad de Colorado

 

Humberto: ¿Qué pueden hacer los escritores para asegurarse de que entienden las expectativas de los editores desde el principio?

Brooke: Sé que esto no siempre es posible para los freelancers, pero puede ser muy útil tomar el teléfono o Zoom para hablar sobre la historia, desde el plan del reporteo hasta la estructura y los posibles inconvenientes. Esto es especialmente cierto en el caso de los artículos más largos o complejos. En Undark, también tenemos una guía para los escritores que son nuevos, en la que se describen nuestras expectativas.

Brendan: Secundando el punto de Brooke, hablar por teléfono con un editor desde el principio es crucial. Si te das cuenta de que empiezas a indagar en una historia y el reporteo te parece sin rumbo e improductivo, vuelve a hablar por teléfono. Volver a revisar los detalles de la asignación, perfeccionar el titular, o pedir claridad sobre la pregunta principal que la historia está tratando de abordar es totalmente razonable. Cuando se trata de historias complejas o de escritores con los que no he trabajado antes, me gusta fijar una cita de revisión varias semanas antes de la fecha de entrega.

Alan: Pregunta. Y si sigue sin estar lo bastante claro (y puede que no lo esté; los editores no siempre saben exactamente lo que están pidiendo al principio), vuelve a preguntar. Y, como han señalado Brooke y Brendan, es mucho mejor mantener una conversación real por teléfono o videochat; es demasiado fácil que los matices se pierdan en un intercambio de correos electrónicos.

Humberto: ¿Los escritores deben estar preocupados por molestar a los editores mientras trabajan en una historia? Esto podría ser una preocupación especialmente para los nuevos escritores, que quieren dar una buena primera impresión.

Hillary: Creo que hay una línea que separa el diálogo útil y el llevar a alguien la mano. Es una gran idea tener esa charla inicial, y puede ser útil comentar las cosas que van surgiendo a lo largo del camino. Pero también hay que usar el juicio propio y la capacidad de resolver problemas.

Zoraida: Los escritores deben tener en cuenta que la editora tiene que atender muchas tareas y a otros escritores. Entonces, el escritor debe acudir a la editora cuando sea realmente necesario y con preguntas concretas y coherentes. La mejor impresión que los escritores pueden dar a la editora es su trabajo.

Meghie: Creo que el peor tipo de atención requerida es cuando el reporteo es deficiente o cuando el reportero no hace [su] investigación lo suficientemente bien. No quieres ser conocido como una periodista que no hace la tarea y a quien hay que decirle qué hacer.

Alan: Es cierto: no quieres ser conocido como “un escritor que requiere mucho trabajo”. Quieres ser conocido como un escritor que toma la iniciativa en su reporteo y búsqueda de información, y yo diría que eso también se aplica al trabajo que haces con tu editor: mantener abiertas las líneas de comunicación, hacerle saber a tu editor como va tu reporteo y cualquier reto que preveas. Cuanto menos tenga que adivinar el editor, mejor—y apreciará tu consideración de mantenerlo al tanto—.

Brooke: A mí, personalmente, no me molesta hablar con un escritor sobre lo que le está molestando o dirigirlo a través de una historia truculenta. He oído a algunas personas describir el rol de la editora como parte terapeuta, en parte entrenadora y en parte barman, lo que a menudo es cierto, ¡al menos para mí! (Por supuesto, también somos muchas otras cosas).

Humberto: ¿Qué deberían hacer los escritores si se están retrasando para la fecha de entrega, o están encontrando retos en el reporteo o el proceso de escritura?

Hillary: ¡Sé siempre transparente! Tu editora puede ser tu mejor aliada, pero no si no le cuentas nada. Una vez encargué un reportaje a un escritor muy respetado, que tenía autorías en muchas revistas reconocidas, y me sorprendí cuando se le pasó la fecha de entrega y no dijo una palabra. Yo tenía que cumplir mi propia fecha de entrega, y tener que localizarlo fue exasperante. Resultó que supo durante semanas que no iba a cumplir con la fecha de entrega, y si me lo hubiera dicho, me habría ahorrado mucho estrés.

Meghie: Por lo menos conmigo, los editores siempre entendieron y encontramos una solución. Como reportera, nunca debes olvidar que tú y tu editor son un equipo, y ser transparente es clave para el trabajo en equipo que están haciendo.

Humberto: ¿Los escritores deberían estar verificando los datos de sus historias mientras la escriben o esperar hasta más tarde en el proceso de edición?

Hillary: Tu vida será MUCHO más fácil si haces anotaciones para ti misma sobre dónde obtuviste toda la información. Puedes crear un documento separado para ti misma en donde enlistes los datos y de dónde los obtuviste.

Brendan: Bueno, Brooke es la experta aquí: ¡Compren su libro! Personalmente me gusta empezar manteniendo un registro de dónde encontré las cosas muy temprano en el proceso de escritura del primer borrador y hacer anotaciones en el borrador para hacer encajar esa información más fácilmente después.

Brooke: Al final de la edición, cuando la historia está lo más cerca posible del final (claro que, por supuesto, tienes que ir verificando información mientras reporteras). Cuando tratas de verificar datos antes de que hayas terminado, corres el riesgo de trabajar sobre material que será cortado o drásticamente alterado.

Meghie: Escucha a tu editora acerca del proceso de verificación de datos y sigue los pasos que la publicación pide. Pero siempre mantén tus referencias y materiales en orden para que no tengas que rehacer la investigación completa otra vez.

Con respecto a las anotaciones de [la verificación de datos], a mi no me gusta trabajar en borradores desordenados, así que siempre envío copias lo más limpias posibles, uniéndolas al material reporteado como hipervínculos en el texto. Incluso si esos son removidos mientras se edita, volver a versiones viejas del borrador y ver los hipervínculos puede ayudar mucho en el proceso de verificación de datos, especialmente si tienes que mandar un documento de verificación de datos por separado.

Humberto: En su experiencia, ¿cuáles son los errores más comunes que cometen los escritores al responder a las ediciones?

Brendan: 1. Asumir que una simple pregunta requiere una tonelada de investigación y revisión extra sin preguntar primero. 2. Aceptar todos los cambios asumiendo que el editor sabe lo que hace. 3. Rechazar los cambios suponiendo que el editor no sabe lo que hace.

Zoraida: 1. [Tener] una mala actitud o [tomar] una postura defensiva. 2. No responder a la pregunta y en su lugar enviar un enlace dnde se puede encontrar la información solicitada. 3. [Enviar] mucha información para que la editora [tenga que elegir] la [solución] más adecuada. 4. Retrasar una respuesta [cuando no están felices con una edición].

Brooke: He visto todo lo anterior. Añadiré algo muy concreto: no entender la función del nut graf (el párrafo que le indica al lector de qué va la historia). No puedo contar el número de veces que he incluido una nota a un escritor señalando una parte específica de la primera sección y diciéndole: “oye, no te olvides de poner un nut graf en algún de por aquí”. Luego, en el segundo borrador, suelen intentar volver a contar toda la historia en ese nut graf. ¡No hace falta que sea tan detallado! Basta con que muestre lo que está en juego en la historia (el “¿Y luego?”) y que adelante algunas de las cosas que se revelarán después.

Humberto: ¿Cómo deben manejar los escritores las preguntas que los editores les dejan en los comentarios?

Brooke: Si se trata de una pregunta corta y fácil de resolver, prefiero que el escritor la conteste en el borrador. Si la respuesta es complicada, o si mi pregunta no tiene sentido (oye, a veces pasa), entonces prefiero tener contexto adicional en un comentario (y quizá incluso una conversación por teléfono).

Zoraida: Usualmente, espero que el escritor responda a las preguntas en el borrador o que añada algún comentario o información de fondo que [explique sus cambios].

Humberto: Si una historia pasa por otros editores, como un editor secundario, ¿cómo deben responder los escritores si los cambios de un editor entran en conflicto con los de otro?

Brendan: Esta es una pregunta difícil. Tu editor debería ser una línea de defensa entre el editor secundario y tú. Si una historia ya ha pasado por mucho y parece que el editor secundario está llevando las cosas en una dirección diferente, puede que tengas que hablar con tu editor sobre qué tan crucial es hacer más modificaciones. Averigua cómo puedes responder a las peticiones del editor secundario de forma que no te suponga mucho trabajo extra.

Alan: La mala noticia es que el escritor no tiene mucho control ni influencia en estas situaciones. La buena noticia es que estas situaciones son poco frecuentes. La mayoría de las veces ocurre con un editor más joven que puede ser nuevo en el trabajo o que todavía está aprendiendo. A veces ocurre porque tu historia es tan buena e importante que llama la atención del editor o editores que están por encima de tu editor, y ahora ellos también quieren opinar al respecto. En cualquier caso, lo único que puedes hacer es resistir; puede ser como intentar navegar entre un remolino y una costa rocosa, pero intenta ser útil y creativo para encontrar soluciones.

Zoraida: Tenemos un tipo diferente de edición secundaria en SciDev.Net. Tenemos ediciones independientes para América Latina, África subsahariana, Asia, Pacífico, y Global, y para diferentes idiomas (inglés, español, francés y árabe). Y a veces tenemos que traducir y adaptar algunas historias a un público particular. Los editores de cada sección son libres de hacer los ajustes que consideren pertinentes para sus regiones, incluyendo reporteo adicional con sus propias fuentes y datos. En los pocos casos en que los editores tenemos discrepancias, intercambiamos puntos de vista y preguntamos al autor [antes de] hacer cambios drásticos en la historia original.

Humberto: ¿Qué pasa si un escritor no está de acuerdo con las revisiones de un editor? ¿Hay oportunidad para que se opongan, y cómo deberían hacerlo?

Hillary: No es aconsejable discrepar con cada una de las ediciones. Dicho esto, los editores pueden tomar malas decisiones. Si crees que la editora está introduciendo un error en la historia, por supuesto dilo y defiende tu postura. Pero hazlo con respeto.

Sé siempre respetuoso. Es importante ser profesional y no emocional. Tómate tu tiempo y ponte en el lugar de la editora. ¿Qué están pidiendo realmente? Puede que lo que has escrito y lo que te piden no esté tan alejado como parece en un inicio.

Brendan: Como escritor, recuerdo jalarme el cabello diciendo: “Este editor nada más no entiende”. Reescribían el texto tal y como lo entendían, y de repente estaba todo mal. Tardé un tiempo en darme cuenta de que de eso se trataba. Si tu editor —que, tal vez generosamente, asumo que es un lector inteligente y comprometido—no entiende algo, los demás tampoco lo harán. Deberías poder confiar en que una revisión o edición está ahí por una razón. La edición en sí puede ser errónea, pero eso no significa que puedas volver a dejarlo como estaba. Algo ahí provocó que no se entienda.

Alan: El proceso de edición es mucho más enriquecedor, productivo y gratificante cuando tanto el editor como el escritor lo conciben como una conversación. De verdad, la mayoría de los editores están más interesados en el intercambio de borradores con el escritor y en saber que éste ha entendido lo esencial de la edición, que en que el escritor aplique todas y cada una de las ediciones exactamente como se las han hecho desde arriba. Es posible que un escritor experimentado sólo acepte exactamente entre el 30% y el 50% de mis ediciones, otro 30% posiblemente, y otro 20% para nada. Eso me reconforta, porque me dice que el escritor está pensando en lo que yo quiero—ya sea sintaxis, estructura o ritmo—pero también busca sus propias soluciones.

Si las cosas son confusas, levanta el teléfono y háblalo—el correo electrónico o los mensajes de texto llevan demasiado tiempo y es demasiado fácil que se pierdan los detalles. Un escritor con el que trabajaba a menudo se ponía muy a la defensiva después de una primera edición y me enviaba un correo irritante en el que me decía que mis ediciones eran totalmente erróneas y cómo no iba a aceptar ninguna. Lo cual, OK, ningún editor es perfecto y un buen editor debe estar abierto a retroalimentación constructiva. Pero recuerda siempre que entre ustedes debe haber un trato humano, y eso se consigue más fácilmente en una conversación en tiempo real.

 

 

Humberto Basilio Cortesía de Humberto Basilio

Humberto Basilio es un escritor de ciencia freelance mexicano, y un becario  patrocinado por el Burroughs Wellcome Fund. Ha escrito para Eos, SciDev.Net, la revista World Wildlife y otras publicaciones. Es miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia y de la Red de Periodismo Climático de Oxford. Síguelo en Twitter como @HumbertoBasilio.

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