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Cómo reportear sobre la atención médica para jóvenes trans con precisión y sensibilidad

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At a Pride parade, someone holds up a sign that says "Protect Trans Kids."
Ted Eytan/Flickr (CC BY-SA 2.0)

 

Las infancias transgénero están bajo ataque político y sus derechos a la atención médica basada en evidencia están siendo arrebatados en Estados Unidos y en otros países del mundo. Pero esta batalla no es solo política; también ha habido una controversia significativa sobre el periodismo que cubre el procedimiento de afirmación de género para jóvenes trans. Más de 1.200 colaboradores del New York Times, como un ejemplo prominente, firmaron una carta en la que se oponen a la cobertura defectuosa de la publicación sobre la atención médica para jóvenes y adultos trans. Anteriormente, la cobertura de este tema por parte del Timesutilizó un lenguaje estigmatizante, enmarcó la atención médica para la afirmación del género para las infancias trans como controversial y no reveló las conexiones antitrans que tenían las fuentes citadas, declaran los autores de la carta. Otras publicaciones importantes han seguido un patrón problemático similar.

A pesar de la prevalencia de un reporteo deficiente sobre el asunto, hay pasos que los periodistas pueden tomar para asegurarse de que su cobertura sea precisa y respetuosa. “Si los periodistas se apegan a la información que tenemos establecida por médicos y basada en la ciencia, van a hacer un gran trabajo”, dice Kate Sosin, reportere LGBTQ+ de The 19th. “A estas alturas, hay una gran cantidad de información que es sólida y existe un amplio consenso sobre cómo esa atención está respaldada por la ciencia”, dice.

Los editores deberían de recurrir primero a periodistas transgénero para escribir historias sobre la juventud trans, pero es crucial que los reporteros cis también cubran este tema para ayudar a contrarrestar la desinformación e inexactitudes al reportear. Muchos de los fundamentos del buen periodismo —verificar las afiliaciones de las fuentes, no dar falsos balances en nombre de representar “ambos lados” e incluir las experiencias de las personas que buscan los tratamientos sobre los que estás escribiendo— están en el centro de lo que significa reportear responsablemente sobre la atención médica para la juventud trans. Sin embargo, hay consideraciones adicionales a tener en cuenta, como la terminología que uses y la naturaleza delicada de entrevistar a menores de edad, particularmente para los reporteros que no cubren regularmente temas transgénero.

 

Entendiendo esta rama del periodismo

Antes de lanzarse a cubrir la atención médica para infancias trans, o cualquier historia que involucre a la comunidad trans, los periodistas deben tomarse el tiempo para familiarizarse con los matices de esta área de cobertura. “No pueden hacer esto sin una buena investigación”, dice Sabrina Imbler, redactore de Defector. “Simplemente es un tema enormemente sensible y, a menudo, tergiversado, y creo que requiere de un enfoque muy cuidadoso y sensible”, dice.

Lee la cobertura previa que hay al respecto, especialmente de periodistas y publicaciones que respetes. “Haz tu tarea e investiga con anticipación, igual que si estuvieras aprendiendo sobre estudios científicos de física que no habías aprendido antes”, dice la periodista científica Helen Santoro. Presta especial atención al vocabulario relacionado con la temática trans, que está en constante evolución. Asegúrate de saber qué términos son apropiados antes de hacer entrevistas para no estigmatizar a las fuentes trans y aliadas. Por ejemplo, utiliza la frase “irugía de afirmación de género” o “cirugía relacionada con la transición” en lugar de un término anticuado y potencialmente ofensivo, como “cirugía de reasignación de sexo”. Para obtener información actualizada sobre el lenguaje aceptado, consulta guías de estilo como la Guía de Estilo y Cobertura de la Asociación de Periodistas Trans, el Libro de Estilo sobre Terminología LGBTQ+ de NLGJA: La Asociación de Periodistas LGBTQ+ y la Guía de Referencia para Medios GLAAD.

 

La afirmación de género se ha estudiado durante más de 100 años y esa investigación ha demostrado consistentemente que mejora la salud mental de la juventud trans, incluso al reducir las tendencias suicidas.

 

Imbler también recomienda trabajar con periodistas trans que hayan reporteado sobre el tema para examinar tus ideas de historias, verificar tu lenguaje y tono, y evaluar el marco general de tus artículos. Considera contratar a un lector de sensibilidad o un consultor con experiencia relevante, como Tuck Woodstock, quien codirige una firma de consultoría dedicada a ayudar a los periodistas a escribir historias que incluyan a las personas trans.

Ten en cuenta también que tus palabras no son las únicas que aparecerán cuando se publique tu historia. Obtén información sobre las demás partes del artículo, dice Imbler. Presiona por un titular preciso que use la terminología adecuada. Asegúrate de que cualquier artículo de “lectura adicional” vinculado a tu artículo en la página web sea una historia con la que te gustaría que se asociara el tuyo. Solicita revisar cualquier contenido para redes sociales para revisar la sensibilidad y precisión, así como el arte, que debería presentar personas transgénero reales con un encuadre positivo cuando se apropiado.

Puede parecer un trabajo muy intensivo asegurarte de que tus historias y cualquier texto asociado con ellas reflejen la dignidad de las personas trans, pero es mejor publicar historias afirmativas y humanizadoras, que emitir correcciones y disculpas después de que el daño de un artículo mal reporteado ya está hecho. “Las personas deben mantenerse en un estándar alto y comprender que, si se equivocan, puede tener consecuencias realmente graves”, dice Evan Urquhart, fundador de Assigned, donde reportea sobre propaganda antitrans.

 

Evita los “ambos lados”

Uno de los aspectos más importantes de reportear sobre la atención médica de afirmación de género es abandonar el enfoque de “ambos lados”, dice Heather Boerner, experiodista y comunicadora de ciencia. La ciencia está firmemente del lado de permitir que las infancias trans hagan la transición. La afirmación de género se ha estudiado durante más de 100 años y esa investigación ha demostrado consistentemente que mejora la salud mental de la juventud trans, incluso al reducir las tendencias suicidas. Numerosas organizaciones médicas importantes también han emitido un amplio apoyo a la atención médica de afirmación de género. Solo en los últimos años este problema ha sido objeto de críticas significativas. Y el rechazo se debe en gran medida a las fuerzas políticas, en lugar de preocupaciones médicas, como reveló una investigación reciente de Mother Jones.

Los periodistas deberían reportear estos hechos sin enredarlos con las preocupaciones de los proveedores de atención médica en minoría que no están de acuerdo con los méritos de la atención de afirmación de género y respaldan sus opiniones con ciencia cuestionable. “Algunas de las peores coberturas sobre temas trans que he visto solo citan a los investigadores que son los atípicos”, dice Boerner.

 

Los periodistas pueden combatir aún más “ambos lados” en estas historias tratando de entrevistar a los propios niños trans siempre que sea posible.

 

Evitar “ambos lados” no solo significa evitar presentar las preocupaciones de los proveedores médicos marginales sobre esta atención como algo común y legítimo. Es posible que muchas historias no incluyan tales fuentes, pero sí se centren en las preocupaciones de los padres en torno al cuidado de afirmación de género para su hijo o hija trans. “Creo que debemos preguntarnos, ¿estas preocupaciones están basadas legítimamente en la ciencia? Y la ciencia diría que no”, dice Boerner. “La ciencia diría que los padres que niegan a sus hijos la atención médica transgénero es lo que es dañino”.

Ese sesgo hacia las perspectivas de los padres no es sorprendente. Al ser adultos, y predominantemente cisgénero, a la mayoría de los reporteros les resulta más fácil empatizar con los padres cis que están preocupados por la transición de sus hijos que con los propios niños trans, dice Urquhart. “Ese es el sesgo del que realmente quiero que los periodistas estén conscientes”, dice. “Y sí determina qué citas usas, qué historias reciben más tiempo”.

 

Entrevista fuentes transgénero

Los periodistas pueden combatir aún más “ambos lados” en estas historias tratando de entrevistar a los propios niños trans siempre que sea posible. Una sorprendente cantidad de historias sobre atención médica para jóvenes transgénero no incluyen aportes de ellos. “Las personas son expertas en su propia experiencia y me parece una historia sesgada hablar solo con los padres y los médicos, sin hablar con un solo adolescente o joven que haya hecho la transición”, dice Imbler.

Incluir a un joven trans en una historia es, por supuesto, una decisión importante que los reporteros y los padres de menores deben considerar con detenimiento. Aparecer en una historia puede abrir puertas para que un niño o niña trans reciba comentarios de odio y amenazas a su seguridad, dice Sosin. Permite que las familias se tomen su tiempo cuando estén considerando que un niño o niña trans participe en una entrevista. En algunos casos, las organizaciones de promoción LGBTQ+ pueden guiar a un niño o niña y su familia a través de esa decisión, y ayudarlos a determinar qué detalles se sienten cómodos revelando. También es buena idea obtener el consentimiento de los padres por escrito antes de entrevistar a un menor.

 

Sé sensible y ten especial cuidado para evitar añadir a cualquier trauma o transfobia que tus fuentes pueden haber experimentado.

 

Puede ser difícil encontrar jóvenes transgénero para entrevistar. Imbler recomienda comunicarse con personas que han estado involucradas en demandas relacionadas con proyectos de ley antitrans, porque ya han estado bajo los reflectores, por lo que probablemente ya han recibido capacitación para medios de comunicación y probablemente tengan familias que los apoyen durante el proceso de la entrevista. Organizaciones como GLAAD y PFLAG también pueden ayudar a los periodistas a concertar entrevistas con infancias trans. Hablar con adultos trans sobre sus experiencias cuando eran niños es una buena alternativa si no puedes encontrar un menor para entrevistar.

Durante las entrevistas, es especialmente importante asegurarse de que las fuentes jóvenes se sientan cómodas. Sé sensible y ten especial cuidado para evitar añadir a cualquier trauma o transfobia que tus fuentes pueden haber experimentado. Pregunta qué necesita el niño o la niña para sentirse a gusto, como tener a uno de sus padres presente o incluso a un amigo que le brinde apoyo emocional, dice Imbler. Y deja en claro que pueden negarse a responder cualquier pregunta. Después de la entrevista, consulta con uno de los padres sobre la inclusión de detalles personales y anécdotas que comparta el niño o la niña.

 

Examina bien las fuentes y los estudios

Al incluir otras fuentes, los periodistas pueden caer en la trampa de presentar a personas sin experiencia relevante o no señalar posibles conflictos de interés. Esto puede significar dejar de lado contexto importante para una persona citada en la historia. Por ejemplo, un artículo del New York Times de 2022 se refirió a Grace Lidinsky⁠-⁠Smith como una persona que eligió la detransición, pero no mencionó que era presidenta de una organización de activismo antitrans.

Investiga las conexiones de una fuente potencial para descubrir posibles agendas ocultas o fuentes de sesgo. “Haz tu tarea como periodista y trata de descubrir los vínculos de todos”, dice Imbler. “¿Son parte de este movimiento más grande que está tratando de usar a las personas trans como una estaca?” dicen. “Como periodista, no deberías dejarte engañar por esas personas”.

Ten cuidado de citar a proveedores de atención médica y representantes de grupos que suenan como expertos legítimos e imparciales, pero que en realidad no tienen las credenciales para respaldarlo. “Hay muchas organizaciones imitadoras —organizaciones que afirman ser científicas y que, en realidad, no lo son—”, dice Boerner. Al examinar una organización con la que no estás familiarizado, verifica cuántos miembros tiene, dice, y observa de cerca cualquier estudio al que haga referencia en su sitio web. ¿Son rigurosos o en gran medida refutados?

 

Al cubrir los riesgos de un tratamiento de afirmación de género específico, como un mayor riesgo de espesamiento de la sangre al tomar testosterona, contextualízalo con los riesgos de no recibir ese tratamiento, como un mayor riesgo de depresión y suicidio.

 

Prioriza las organizaciones médicas reconocidas por su reputación, como la Asociación Médica Estadounidense, la Academia Estadounidense de Pediatría, la Sociedad Endocrina y el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos. Estos grupos pueden remitirte a expertos relevantes. Mientras hablas con esos expertos, pregunta con quién más te recomendarían hablar y sigue el rastro, dice Santoro.

Cuando se trata de estudios, examínalos de la misma manera que lo harías con cualquier otra investigación. Observa el tamaño de la muestra, el sesgo potencial en el reclutamiento de participantes y la recopilación de datos, los antecedentes de los autores y las fuentes de financiación, dice Santoro. Verifica también las citas, dice Boerner, para ver si el artículo solo cita artículos dentro de la misma revista, lo que puede ser una señal de que la revista está intentando inflar artificialmente su credibilidad. Si no estás seguro de la legitimidad del estudio, pídele a un experto de confianza que te guíe, agrega Santoro.

También, ten cuidado de asumir que los resultados de los estudios realizados en una población, como personas cisgénero o adultos, se aplicarán a otra, como personas trans y niños. Cuando Boerner estaba reporteando sobre los bloqueadores de la pubertad, por ejemplo, descubrió que los estudios se centraban casi por completo en infancias muy pequeñas con pubertad precoz, y la mayoría eran niñas cisgénero. Estos niños habrían estado usando bloqueadores de la pubertad durante mucho más tiempo que un niño o una niña trans —el tipo de detalle que dicen que los periodistas deberían señalar en sus escritos—.

 

 

Agrega contexto clave

Debido a los conceptos erróneos generalizados sobre la atención médica de afirmación de género para menores trans, es importante incluir contexto relevante a tus historias sobre estos tratamientos. Por ejemplo, algunas personas pueden suponer erróneamente que incluso los niños muy pequeños pueden recibir hormonas de afirmación de género o cirugía cuando, de hecho, estos tratamientos no se recomiendan médicamente hasta que los niños alcanzan cierta edad. La Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero afirma que los niños preadolescentes no deben recibir terapia hormonal, como testosterona o estrógeno, ni bloqueadores de la pubertad. Y las pautas de la International Endocrine Society establecen que un menor transgénero no debe ser elegible para una cirugía de genitales. (Ninguna de estas organizaciones hace recomendaciones específicas sobre la edad mínima para la cirugía de masculinización de pecho, sino que establece que la preparación de un individuo debe ser determinada por su equipo de atención médica).

 

Los periodistas también pueden trabajar para incluir el contexto invaluable de los menores trans como seres humanos —personas cuyas vidas podrían mejorar significativamente con la atención médica que afirma el género—.

 

Al cubrir los riesgos de un tratamiento de afirmación de género específico, como un mayor riesgo de espesamiento de la sangre al tomar testosterona, contextualízalo con los riesgos de no recibir ese tratamiento, como un mayor riesgo de depresión y suicidio. Otra forma útil de enmarcar los riesgos de ciertos tratamientos es compararlos con los riesgos de los procedimientos con los que las personas cis están más familiarizadas. Como escribió Santoro en un artículo de Slate de 2022, por ejemplo, “el arrepentimiento por la cirugía de afirmación de género es drásticamente más bajo que las tasas de arrepentimiento de las personas que se sometieron a una cirugía de reemplazo de rodilla, se hicieron un tatuaje, fueron a la universidad o incluso tuvieron un bebé”.

Del mismo modo, reportea si el mismo tratamiento para la afirmación de género en niños trans también se les da a los niños cis por diferentes razones. Los bloqueadores de la pubertad, por ejemplo, se han recetado durante mucho tiempo a los niños cisgénero para la pubertad precoz sin el mismo alboroto que ha habido para los niños trans. Incluir estos detalles puede ayudar a los lectores a comprender mejor la seguridad y la prevalencia de dichos tratamientos.

Los periodistas también pueden trabajar para incluir el contexto invaluable de los menores trans como seres humanos —personas cuyas vidas podrían mejorar significativamente con la atención médica que afirma el género—. Enmarcarlo así contrarresta las narrativas que buscan condenar estos tratamientos y afirma la dignidad de quienes los buscan. Encuentra formas de resaltar la humanidad de tus fuentes trans, lo que los motiva, los inspira y les da un sentido de propósito. Presenta más momentos de alegría trans o escribe historias completas centradas en el tema. “Las historias de alegría trans son realmente importantes, porque sin ellas, no tenemos la imagen total de las personas trans como seres humanos completos”, dice Sosin. “Son solo estas pequeñas tragedias ambulantes”.

 

Tyler Santora Cortesía de Tyler Santora

Tyler Santora es une periodista de ciencia y salud con sede en Colorado. Actualmente es editore de salud y ciencia de Fatherly, donde lidera la cobertura del sitio sobre salud masculina, desarrollo infantil, crianza de los hijos, estado físico y bienestar. Tyler también ha escrito para publicaciones como Scientific American, Popular Science, Undark, Nature Medicine y muchas más. Síguele en Twitter como @Tyler_Santora.

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